martes, 1 de marzo de 2016

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De qué sirve el profesor?
¿En el alud de artículos sobre el matonismo en la escuela he leído un episodio que, dentro de la esfera de la violencia, no definiría precisamente al máximo de la impertinencia... pero que se trata, sin embargo, de una impertinencia significativa. Relataba que un estudiante, para provocar a un profesor, le había dicho: "Disculpe, pero en la época de Internet, usted, ¿para qué sirve?"
El estudiante decía una verdad a medias, que, entre otros, los mismos profesores dicen desde hace por lo menos veinte años, y es que antes la escuela debía transmitir por cierto formación pero sobre todo nociones, desde las tablas en la primaria, cuál era la capital de Madagascar en la escuela media hasta los hechos de la guerra de los treinta años en la secundaria. Con la aparición, no digo de Internet, sino de la televisión e incluso de la radio, y hasta con la del cine, gran parte de estas nociones empezaron a ser absorbidas por los niños en la esfera de la vida extraescolar.
De pequeño, mi padre no sabía que Hiroshima quedaba en Japón, que existía Guadalcanal, tenía una idea imprecisa de Dresde y sólo sabía de la India lo que había leído en Salgari. Yo, que soy de la época de la guerra, aprendí esas cosas de la radio y las noticias cotidianas, mientras que mis hijos han visto en la televisión los fiordos noruegos, el desierto de Gobi, cómo las abejas polinizan las flores, cómo era un Tyrannosaurus rex y finalmente un niño de hoy lo sabe todo sobre el ozono, sobre los koalas, sobre Irak y sobre Afganistán. Tal vez, un niño de hoy no sepa qué son exactamente las células madre, pero las ha escuchado nombrar, mientras que en mi época de eso no hablaba siquiera la profesora de ciencias naturales. Entonces, ¿de qué sirven hoy los profesores?

He dicho que el estudiante dijo una verdad a medias, porque ante todo un docente, además de informar, debe formar. Lo que hace que una clase sea una buena clase no es que se transmitan datos y datos, sino que se establezca un diálogo constante, una confrontación de opiniones, una discusión sobre lo que se aprende en la escuela y lo que viene de afuera. Es cierto que lo que ocurre en Irak lo dice la televisión, pero por qué algo ocurre siempre ahí, desde la época de la civilización mesopotámica, y no en Groenlandia, es algo que sólo lo puede decir la escuela. Y si alguien objetase que a veces también hay personas autorizadas en Porta a Porta (programa televisivo italiano de análisis de temas de actualidad), es la escuela quien debe discutir Porta a Porta. Los medios de difusión masivos informan sobre muchas cosas y también transmiten valores, pero la escuela debe saber discutir la manera en la que los transmiten, y evaluar el tono y la fuerza de argumentación de lo que aparecen en diarios, revistas y televisión. Y además, hace falta verificar la información que transmiten los medios: por ejemplo, ¿quién sino un docente puede corregir la pronunciación errónea del inglés que cada uno cree haber aprendido de la televisión?
Pero el estudiante no le estaba diciendo al profesor que ya no lo necesitaba porque ahora existían la radio y la televisión para decirle dónde está Tombuctú o lo que se discute sobre la fusión fría, es decir, no le estaba diciendo que su rol era cuestionado por discursos aislados, que circulan de manera casual y desordenado cada día en diversos medios -que sepamos mucho sobre Irak y poco sobre Siria depende de la buena o mala voluntad de Bush. El estudiante estaba diciéndole que hoy existe Internet, la Gran Madre de todas las enciclopedias, donde se puede encontrar Siria, la fusión fría, la guerra de los treinta años y la discusión infinita sobre el más alto de los números impares. Le estaba diciendo que la información que Internet pone a su disposición es inmensamente más amplia e incluso más profunda que aquella de la que dispone el profesor. Y omitía un punto importante: que Internet le dice "casi todo", salvo cómo buscar, filtrar, seleccionar, aceptar o rechazar toda esa información.
Almacenar nueva información, cuando se tiene buena memoria, es algo de lo que todo el mundo es capaz. Pero decidir qué es lo que vale la pena recordar y qué no es un arte sutil. Esa es la diferencia entre los que han cursado estudios regularmente (aunque sea mal) y los autodidactas (aunque sean geniales).
El problema dramático es que por cierto a veces ni siquiera el profesor sabe enseñar el arte de la selección, al menos no en cada capítulo del saber. Pero por lo menos sabe que debería saberlo, y si no sabe dar instrucciones precisas sobre cómo seleccionar, por lo menos puede ofrecerse como ejemplo, mostrando a alguien que se esfuerza por comparar y juzgar cada vez todo aquello que Internet pone a su disposición. Y también puede poner cotidianamente en escena el intento de reorganizar sistemáticamente lo que Internet le transmite en orden alfabético, diciendo que existen Tamerlán y monocotiledóneas pero no la relación sistemática entre estas dos nociones.
El sentido de esa relación sólo puede ofrecerlo la escuela, y si no sabe cómo tendrá que equiparse para hacerlo. Si no es así, las tres I de Internet, Inglés e Instrucción seguirán siendo solamente la primera parte de un rebuzno de asno que no asciende al cielo.
(Traducción: Mirta Rosenberg)
La Nacion/L'Espresso (Distributed by The New York Times Syndicate)


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El matonismo es un problema frecuente en los nin˜ os en edad escolar. Todos los nin˜ os son intimidados de vez en cuando. Cuando esto ocurre muy frecuentemente, el impacto en su vida puede ser muy grande. Hay algo que usted, su hijo y las autoridades escolares pueden hacer acerca de este problema. Los nin˜ os pendencieros o agresores pueden tener grandes problemas y necesitar ayuda para solucionar su conducta agresiva.

¿En que consiste el matonismo? Es una conducta agresiva y hostil que es repetida e intencional. Ocurre cuando los niños más fuertes y grandes intimidan a los más pequeños y débiles. Cuando este problema es severo e implacable, la productividad del niño en la escuela puede ser afectada, su autoestima puede sufrir y otros aspectos de su vida pueden ser menoscabados. El niño intimidador también tiene problemas. Su actitud puede reflejar situaciones que existen en su hogar o ser manifestaciones de factores emocionales tales como depresión. Algunos de esos niños son intimidados o abusados ellos mismos. 
          Si su hijo está siendo intimidado, lo mejor que puede hacer es evitar e ignorar al intimidador lo más que sea posible. Si el problema empeora, esté segura de que su hijo siempre se lo haga saber, o que se lo diga a sus maestros o a algún otro adulto en quien pueda confiar. Las escuelas también pueden tener métodos para afrontar el problema. ¿Cua´ les son los sı´ntomas? La intimidación puede ser física (golpes, empujones, robos) o verbal (amenazas, burlas). Hoy en día, la intimidación puede producirse por medio del Internet: en e-mails, mensajes instantáneos o cuartos de “chateo”.
          El niño que está siendo intimidado puede actuar de una manera pasiva, es decir, no se defiende por sí solo. Otros pueden reaccionar con ira o en formas que solamente animan más al intimidador. Su hijo puede no comunicarle lo que está pasando, y puede avergonzarse o sentir que informarlo a un adulto sería considerado como “chismorrear”. 
           Usted tal vez observe moretones, cambios en el humor o en la conducta, o note la desaparición de prendas de vestir u otros artículos de uso personal. Los niños intimidados pueden tener miedo de ir a la escuela o al paradero del bus por el camino acostumbrado. Pueden mostrarse ansiosos o deprimidos. Algunas veces la intimidación causa que el niño no quiera ir a la escuela.

¿Cual es la causa? Es difícil saber por qué a algunos niños les gusta maltratar a otros. Muchas veces esos niños tienen problemas en su hogar, mientras que otros han sido víctimas de intimidación y abuso ellos mismos. Los niños más débiles o más vulnerables son a menudo el blanco de los intimidadores.

si nos preguntábamos por hay tanto delincuente favor de leer, para todas aquellas personas que practican la DOCENCIA.

copilado de  http://www.impcna.com/intranet/Nelson%20Pediatric%20SPAINISH/Behavio-Psy-Spainish/BullyingES%5B1%5D.pdf